domingo, 16 de marzo de 2014


UNIÓN EUROPEA. (U.E.)
Un escenario sombrío le espera a Europa en 2013. En Brasil y en América Latina en general, les ocurrió en las décadas de los 80 y 90, ahora los europeos estamos empezando a darnos cuenta de que no habrá ninguna salida rápida ...a la crisis que ya se prolonga por cinco años. El gran motor de Europa, Alemania, empieza a pararse precisamente en su año electoral, las proyecciones de crecimiento de 1,6% para el 2013 se han reducido al 0,4%. Italia se sumerge en una nueva elección imprevisible, lo que podría allanar el camino para el regreso del controvertido ex primer ministro Silvio Berlusconi. La recesión crónica en los países del sur (Grecia, Portugal y España), mientras que otros, como Francia (la segunda mayor economía de la zona euro) roza casi el cero de crecimiento. Alemania, se está desacelerando y los británicos caminando peligrosamente fuera de la Unión Europea.
Malo, malo, pinta el panorama para la U.E. Y no es el final de la historia, los economistas se dan cuenta que todas las previsiones hechas por los gobiernos en los últimos tres años se han tenido que corregir a la baja. Estamos en una especie de estado de negación desde 2009. Implementamos políticas que matan el crecimiento y pretendemos que no vaya a suceder al hacer pronósticos demasiado optimistas, parecemos atontados, y todo para al final escuchar al F.M.I. decirnos que las políticas implementadas no están causando los efectos deseados, igual tendremos que realizar correcciones, variar la dirección, el FMI me recuerda aquellos comportamientos en bolsa por personas agudas y muy preparadas, que cuando la coyuntura está yendo normalmente dicen, dios mío que desastre se avecina lo vamos a perder todo, hay que vender, vender, y algunos días después las mismas personas dicen creo que todo va a volver a estar bien, todo volverá a su cauce, vamos hacernos ricos, hay que comprar, comprar. Tiene gracia como chiste pero es patético que el mayor organismo financiero del mundo pueda reconocer que se ha equivocado en las políticas recomendadas.En Europa no se ve ninguna luz al final del túnel. El mayor reto de 2013 es el mismo que para el año 2012 el crecimiento, el único camino de salida. Y Europa, una vez más, este año perderá el tranvía. Parece que no hay alternativa a la austeridad.
Wolff menciona los desafíos para la U.E. en 2013. Continuar con las reformas estructurales, tales como las reducciones de los costes laborales, las cuentas externas y mejora de la competitividad y la lucha contra el desempleo. Sería un error dejar las reformas insiste. Completar el sindicato bancario. Y encontrar una solución a las malas perspectivas de crecimiento del bloque, especialmente en los países del sur de Europa.
Pues bien yo soy pesimista de que no estamos tratando con él crecimiento como objetivo fundamental, las reformas no son nuevas, son las que con mejor o peor suerte venimos aplicando en los últimos tiempos y hasta el momento las mejoras brillan por su ausencia. El número de analistas que dicen que esto es un error aumenta cada hora, Wolff piensa que no hay otra alternativa, especialmente para los indisciplinados que quieren permanecer en la eurozona. Espero que este en lo cierto de lo contario pasara a la historia por ser el segundo alemán más recordado después de Hitler.
Su credo es repetitivo hasta la saciedad: No hay alternativa a la austeridad. Si no se hace, la economía va a ser de alguna manera afectada negativamente por los efectos de la confianza (se refiere a la de los mercados).
Yo creo que tiene en mente aunque no lo diga claro, que si las gentes empiezan a dudar de la viabilidad de un país, perdiendo la confianza en el mismo, como ya hemos visto que ha sucedido, este permanecerá en la zona euro, pero las tasas de interés de la deuda aumentaran y aumentaran y se corre el riesgo que ocasione una quiebra en algún estado, pudiéndose generar un efecto multiplicador, produciéndose la caída del euro y por ende el fin de la Unión Europea.
 Foto: Unión Europea.
Un escenario sombrío le espera a Europa en 2013. En Brasil y en América Latina en general, les ocurrió en las décadas de los 80 y 90, ahora los europeos estamos empezando a darnos cuenta de que no habrá ninguna salida rápida a la crisis que ya se prolonga por cinco años. El gran motor de Europa, Alemania, empieza a pararse precisamente en su año electoral, las proyecciones de crecimiento de 1,6% para el 2013 se han reducido al 0,4%. Italia se sumerge en una nueva elección imprevisible, lo que podría allanar el camino para el regreso del controvertido ex primer ministro Silvio Berlusconi. La recesión crónica en los países del sur (Grecia, Portugal y España), mientras que otros, como Francia (la segunda mayor economía de la zona euro) roza casi el cero de crecimiento. Alemania, se está desacelerando y los británicos caminando peligrosamente fuera de la Unión Europea.
Malo, malo, pinta el panorama para la U.E. Y no es el final de la historia, los economistas se dan cuenta que todas las previsiones hechas por los gobiernos en los últimos tres años se han tenido que corregir a la baja. Estamos en una especie de estado de negación desde 2009. Implementamos políticas que matan el crecimiento y pretendemos que no vaya a suceder al hacer pronósticos demasiado optimistas, parecemos atontados, y todo para al final  escuchar al F.M.I. decirnos que las políticas implementadas no están causando los efectos deseados, igual tendremos que realizar correcciones, variar la dirección, el FMI me recuerda aquellos comportamientos en bolsa por personas agudas y muy preparadas, que cuando la coyuntura está yendo normalmente dicen, dios mío que desastre se avecina lo vamos a perder todo, hay que vender, vender, y algunos días después las mismas personas dicen creo que todo va a volver a estar bien, todo volverá a su cauce, vamos hacernos ricos, hay que comprar, comprar. Tiene gracia como chiste pero es patético que el mayor organismo financiero del mundo pueda reconocer que se ha equivocado en las políticas recomendadas.

En Europa no se ve ninguna luz al final del túnel. El mayor reto de 2013  es el mismo que para el año 2012 el crecimiento, el único camino de salida. Y Europa, una vez más, este año  perderá el tranvía. Parece que no hay alternativa a la austeridad.

 Wolff menciona los desafíos para la U.E. en 2013. Continuar con las reformas estructurales, tales como las reducciones de los costes laborales, las cuentas externas y mejora de la competitividad y la lucha contra el desempleo. Sería un error dejar las reformas insiste. Completar el sindicato bancario. Y encontrar una solución a las malas perspectivas de crecimiento del bloque, especialmente en los países del sur de Europa.

Pues bien yo soy pesimista de que no estamos tratando con él crecimiento como objetivo fundamental, las reformas no son nuevas, son las que con mejor o peor suerte venimos aplicando en los últimos tiempos y hasta el momento las mejoras brillan por su ausencia. El número de analistas que dicen que esto es un error aumenta cada hora, Wolff piensa que no hay otra alternativa, especialmente para los indisciplinados que quieren permanecer en la eurozona. Espero que este en lo cierto de lo contario pasara a la historia por ser el segundo alemán más recordado después de Hitler.

Su credo es  repetitivo hasta la saciedad: No hay alternativa a la austeridad. Si no se hace, la economía va a ser de alguna manera afectada negativamente por los efectos de la confianza (se refiere a la de los mercados). 
Yo creo que tiene en mente aunque no lo diga claro, que si las gentes empiezan a dudar de la viabilidad de un país, perdiendo la confianza en el mismo, como ya hemos visto que ha sucedido, este permanecerá en la zona euro, pero las tasas de interés de la deuda aumentaran y aumentaran y se corre el riesgo que ocasione una quiebra en algún estado, pudiéndose generar un efecto multiplicador, produciéndose la caída del euro y por ende el fin de la Unión Europea.

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