domingo, 16 de marzo de 2014


EL PAÍS DOGON
¿Hemos sido visitados por seres de otros planetas?
Hoy no me apetece hablar de economía, así que os voy a contar una historia que los que no la conozcáis os puede parecer interesante.
En el oeste del Sahel, al sur este de Mali, cerca de la ...frontera de Burkina-Faso, emerge una cresta rocosa, la tierra de los Baobabs y las Acacias, tierra de escorpiones, allí se asienta uno de los pueblos más antiguos de la humanidad, una cultura que ha sobrevivido a siglos de incomunicación el País Dogón. La mayoría de sus aldeas se levantan colgadas al abrigo de los acantilados, utilizando lo que en un tiempo remoto fue el hábitat de los pigmeos Tellem, ahora algunas de esas cuevas son tumbas dónde se depositan los cuerpos sin vida del pueblo Dogón, esa localización les proporciona sombra, agua que emana del subsuelo, y refugio de los Tuareg que aún hoy realizan incursiones por el Sahel en su busca, para capturarlos y esclavizarlos.
Marcel Griaule nacido a finales del siglo XIX, fue un antropólogo francés conocido por sus estudios sobre el pueblo Dogón de África occidental, pionero de los estudios de campo etnográfico en Francia. En la década de los años 30, realiza varias expediciones a Mali y al país Dogón escribiendo un cuaderno titulado “ Un sistema Siriano en Sudán ” que publico en 1951 cinco años antes de su muerte, trata sobre el folclore, las máscaras, los relatos y leyendas del pueblo Dogón, que en su día paso casi desapercibido y que ha ido tomando relevancia con el pasar de los tiempos.
Es importante resaltar que a día de hoy en Mali 2/3 partes de la población vive en unos niveles de pobreza extrema, con una esperanza de vida de 35 años y con una tasa de analfabetismo del 73% de la población y en las aldeas fuera de la capital Banako puede llegar del 95% hasta el 100%.
Pues bien, la historia da comienzo en el año 1931, el antropólogo francés Griaule pasa con su equipo una larga temporada estudiando a los dogones. Su anfitrión era Ogotemmêli, un venerable anciano ciego muy famoso en todo el país por su sabiduría, este les fue relatando las viejas historias y secretos de su mitología a los hombres blancos. Ogotemmêli descubrió a los franceses la cosmología de su pueblo y la visión que tienen los dogones del universo. Un saber enigmático que les lleva a conocer la estructura en espiral de la Vía Láctea, que la misma está formada por mil millones de sistemas solares y a conocer de nuestro sistema solar, que está formado no por nueve planetas sino por ocho (Plutón en el 2006 dejo de considerarse el noveno planeta) si no que por once planetas según explican.(en la actualidad estamos esperando que se realice la conferencia mundial de cosmología para introducir con definición de planeta a Ceres, Caronte y UB313 con lo cual serían 11 los planetas de nuestro sistema solar). También conocían hace muchos siglos a Júpiter un planeta enorme, gaseoso y sus cuatro satélites interiores, a Saturno y sus anillos, o que Venus en tiempos ancestrales era mucho más rojo, o los movimientos de rotación y traslación de la tierra necesitando doce meses para completar una vuelta alrededor de nuestra estrella en un movimiento elíptico, de ahí que su calendario desde tiempos remotos, esculpidos en piedras, presente los doce meses del año. U otras afirmaciones como que el sol se consume, o la luna es un ente muerto. Conocedores del átomo y la estructura de la materia. O que desde hace más de mil años son conocedores del sistema de la circulación de la sangre, descubierta en el siglo XVI por el catalán Miguel Servet, quemado en la hoguera de la mano de los calvinistas por herético. Los científicos quedaron estupefactos no daban crédito a lo que escuchaban, a los extraordinarios conocimientos que el anciano poseía y les iba relatando al describir la cultura dogona, mitos y afirmaciones acerca de temas tan complejos como la astronomía y la composición de la materia, o la medicina.
Por increíble que parezca, los dogones conocen desde la noche de los tiempos incógnitas que la ciencia empírica ha descubierto recientemente. Aún más inquietante resultó para el equipo de antropólogos comandado por Griaule, comprobar que la fiesta del Sigui, la más relevante del pueblo Dogón, se dedicaba a una estrella y tenía lugar cada 51 años, coincidiendo con la rotación de un cuerpo celeste invisible desde la tierra, una estrella venerada por los dogones que gira en torno al astro Sirio. En 1862 se confirmó la existencia de esta estrella y fue bautizada con el nombre de Sirio 2. ¿Cómo podían conocerla los dogones? No han tenido nunca telescopios, y se encuentra oculta a los ojos humanos, ahora sabemos que tiene un diámetro de 42,000 Kms, unas tres veces el diámetro de la tierra y una densidad de 1m3 de tierra=71,000 Tm. Es una enana blanca. Sirio 1 refleja 10,000 veces más la luz que Sirio 2, la única referencia que se tenía hasta entonces fue la de un astrónomo que en 1834 predijo que se encontraba otro cuerpo celeste rotando alrededor de Sirio porque influenciaba en la órbita de está.
Habitualmente las máscaras de madera utilizadas en las fiestas, representan animales mitológicos, excepto para el Sigui, una fiesta para la que se construyen máscaras y disfraces únicos que después serán guardados para siempre en un lugar secreto. Estas máscaras son la memoria de los dogones, su archivo de sabiduría y vivencias, la historia contada a través del folclore de generación en generación hasta el fin de los tiempos.
Cabe preguntarse ¿Cómo pueden atesorar los dogones estos conocimientos científicos? ¿Quién les ha enseñado a dibujar en las máscaras del Sigui la constelación de Sirio y la Vía Láctea con tanta exactitud? ¿De dónde han sacado los conocimientos metafísicos que impregnan el mito Dogón? Para estas y muchas otras preguntas Ogotemmêli les conto la leyenda de su pueblo. En la actualidad conocido mundialmente con el nombre de "el mito Dogón".
Según la tradición del pueblo Dogon, hace cerca de cinco mil años llegó hasta la zona de la meseta de Youga Dogurou a plena luz del día una estrella muy brillante la estrella de la décima luna. Este objeto estaba cubierto por una luz muy rojiza que ellos relacionaron con la sangre. Luego de esta gran estrella salió una segunda que giraba sobre sí misma, tenía gran tamaño y emitía un ruido ensordecedor. Lo curioso es que al llegar a tierra, esta estrella ya no tenía forma circular, si no que parecía una pirámide de base cuadrada, y en cada una de sus caras se abría una escalera de seis peldaños. Su color cambiaba de rojo a blanco brillante. La gente, según narran los dogones, salió corriendo ya que el aterrizaje de esa cosa había generado mucho temor en ellos.
De la “nave” habrían bajado ocho seres a los que los dogones denominaron como Nommos que según cuenta la tradición poseían cuerpo de pez, que vivían dentro del agua y que cuando salían a tierra era como si levitasen ya que no tocaban el suelo, con tres dedos, sin orejas, de ojos grandes y rojos, con unas enormes arrugas en la zona del cuello y que parecían respirar por el pecho, además poseían 40 dientes muy afinados, lo que explicaría por que antiguamente los dogones se los afilaban. El contacto con estos seres que supuestamente eran sagrados, generó un acercamiento del pueblo Dogon, con una gran cantidad de conocimientos del universo, el cuál hasta nuestros días no puede ser explicado de manera racional. Según la creencia los Nommos habían bajado a la Tierra para evangelizar al pueblo, ayudándolos y enseñándoles técnicas para cultivar la sabana, para pescar, además de preparar cerveza y hacer más simple el brote de frutos de los árboles, a fundir metales y a fabricar distintas herramientas. Las naves presentaban en su parte inferior una especie de signo en forma de H con una línea vertical en medio, que los dogones imitan en algunas de sus máscaras, por otra parte muy parecida sino iguales a las narradas por testigos en avistamientos de OVNIS en la actualidad. Los Nommos les informaron que ellos provenían de la estrella Sirio que llamaban de “Sigi Tolo” que es el cuerpo más brillante del firmamento y según estos seres era la estrella de la fundación. Luego estaba otra estrella Sirio B que la denominaban como “po tolo” y le afirmaron que era un estrella pequeña pero de una masa muy pesada llamada “sagala” como hemos mencionado con anterioridad en el año 1.862, fue el astrónomo americano Alvan Clark el que logro ver en la estrella de Sirio, que no era sólo una, sino dos estrellas la segunda una enana blanca, ellos provenían de un planeta situado en la órbita de la tercera estrella que gira en torno a Sirio A (1) que los dogones conocen como “emme ya” que llamaríamos Sirio C (3) que sería cuatro veces más liviana que Sirio B, tendría un satélite girando a su alrededor al que llaman “nyan tolo”: la estrella de las mujeres. Su órbita es de 50 años, lo que coincide con la fiesta del “Sigui”, la que se celebra para recordar la llegada de los dioses de Sirio. Sirio C (3) fue descubierta por los astrónomos Diventy y Benest nada mas y nada menos que en 1995. (No descubierta aún en el tiempo en que Griaule escribió su cuaderno). También les dijeron que existen otros mundos habitados, en la tierra 3 viven los hombres con cuernos, en la tierra 4 nosotros, en la tierra 5 los hombres con cola, en la tierra 6 los hombres alados. Cuentan que les enseñaron a circuncidar, y la circuncisión para el pueblo es un sacrificio que se ofrece a la madre tierra. Todos estos conocimientos fueron enseñados a unos pocos, que se convirtieron en Hogon de Ende que es como un hechicero, que vive solo algo apartado del pueblo y asistido por una virgen, es el poseedor del conocimiento para transmitirlo a la tribu. Relatan los Hogon que los Nommos seleccionaron a unos hombres y se los llevaron a su “nave” y allí estuvieron por tres meses, cuando volvieron eran muy diferentes y sabios y desde entonces solo el que ha visto a los Nommos puede ser Hogon. Sin embargo también informaciones presentan a los Nommos como asesinos, incluso se cree que fueron cientos los dogones que perecieron por la maldad de esta raza que supuestamente cuando salían del agua podían transformarse como en hombres y era entonces cuando les perseguían y les extraían la sangre a través de una especie de lengua bífida que introducían en la nariz de los humanos hasta que les absorbían toda el plasma. Después de estos hechos, cuando los dogones veían las naves descender de los cielos, por cierto siempre bajaban con la lluvia, corrían todos apavorados a esconderse. No obstante es importante tener presente que la narración oral siempre se va tergiversando mediante el paso del tiempo. Tengamos presente que son relatos transmitidos por tradición verbal que ocurrieron hace alrededor de cinco mil años de antigüedad.
A pesar del aislamiento en el que vive este pueblo y la poca cultura que reciben de la civilización, la información que manejan de ciertos temas cósmicos es realmente increíble, teniendo en cuenta que los dominan desde hace muchos siglos, lo que sin duda ha puesto en jaque a la ciencia más ortodoxa, científicos y antropólogos de todo el mundo no se explican cómo esto es posible, solo cabe especular que un pueblo que se encuentra en la edad del hierro y tenga estos avanzadísimos conocimientos científicos en metafísica, astronomía y otras ciencias solo puede ser por la manifestación real de ciertos seres extraterrestres que en el pasado hayan contactado a estas tribus africanas. A día de hoy nadie es capaz de ofrecer una teoría que se muestre consistente.
 Foto: ¿Hemos sido visitados por seres de otros planetas?
Hoy no me apetece hablar de economía, así que os voy a contar una historia que los que no la conozcáis os puede parecer interesante.
En el oeste del Sahel, al sur este de Mali, cerca de la frontera de Burkina-Faso, emerge una cresta rocosa, la tierra de los Baobabs y las Acacias, tierra de escorpiones, allí se asienta uno de los pueblos más antiguos de la humanidad, una cultura que ha sobrevivido a siglos de incomunicación el País Dogón. La mayoría de sus aldeas se levantan colgadas  al abrigo de los acantilados, utilizando lo que en un tiempo remoto fue el hábitat de los pigmeos Tellem, ahora algunas de esas cuevas son tumbas dónde se depositan los cuerpos sin vida del pueblo Dogón, esa localización les proporciona sombra, agua que emana del subsuelo, y refugio de los Tuareg que aún hoy realizan incursiones por el Sahel en su busca, para capturarlos y esclavizarlos.
Marcel Griaule nacido a finales del siglo XIX, fue un antropólogo francés conocido por sus estudios sobre el pueblo Dogón de África occidental, pionero de los estudios de campo etnográfico en Francia. En la década de los años 30, realiza varias expediciones a Mali y al país Dogón escribiendo un cuaderno titulado “ Un sistema Siriano en Sudán ” que publico en 1951 cinco años antes de su muerte, trata sobre el folclore, las máscaras, los relatos y leyendas del pueblo Dogón, que en su día paso casi desapercibido y que ha ido tomando relevancia con el pasar de los tiempos.
Es importante resaltar que a día de hoy en Mali 2/3 partes de la población vive en unos niveles de pobreza extrema, con una esperanza de vida de 35 años y con una  tasa de analfabetismo del 73% de la población y en las aldeas fuera de la capital Banako puede llegar del 95% hasta el 100%.
Pues bien, la historia da comienzo en el año 1931, el antropólogo francés Griaule pasa con su equipo una larga temporada estudiando a los dogones. Su anfitrión era Ogotemmêli, un venerable anciano ciego muy famoso en todo el país por su sabiduría, este les fue relatando las viejas historias y  secretos de su mitología a los hombres blancos. Ogotemmêli descubrió a los franceses la cosmología de su pueblo y la visión que tienen los dogones del universo. Un saber enigmático que les lleva a conocer la estructura en espiral de la Vía Láctea, que la misma está formada por mil millones de sistemas solares y a conocer de nuestro sistema solar, que está formado no por nueve planetas sino por ocho (Plutón en el 2006 dejo de considerarse el noveno planeta) si no que por once planetas según explican.(en la actualidad estamos esperando que se realice la conferencia mundial de cosmología para introducir con definición de planeta a Ceres, Caronte y UB313 con lo cual serían 11 los planetas de nuestro sistema solar). También conocían hace muchos siglos a Júpiter un planeta enorme, gaseoso y sus cuatro satélites interiores, a Saturno y sus anillos, o que Venus en tiempos ancestrales era mucho más rojo, o los movimientos de rotación y traslación de la tierra necesitando doce meses para completar una vuelta alrededor de nuestra estrella en un movimiento elíptico, de ahí que su calendario desde tiempos remotos, esculpidos en piedras, presente los doce meses del año. U otras afirmaciones como que el sol se consume, o la luna es un ente muerto. Conocedores del átomo y la estructura de la materia. O que desde hace más de mil años son conocedores del sistema de la circulación de la sangre, descubierta en el siglo XVI por el catalán Miguel Servet, quemado en la hoguera de la mano de los calvinistas por herético. Los científicos quedaron estupefactos no daban crédito a lo que escuchaban, a los extraordinarios conocimientos que el anciano poseía y les iba relatando al describir la cultura dogona, mitos y afirmaciones acerca de temas tan complejos como la astronomía y la composición de la materia, o la medicina.
Por increíble que parezca, los dogones conocen desde la noche de los tiempos incógnitas que la ciencia empírica ha descubierto recientemente. Aún más inquietante resultó para el equipo de antropólogos comandado por Griaule, comprobar que la fiesta del Sigui, la más relevante del pueblo Dogón, se dedicaba a una estrella y tenía lugar cada 51 años, coincidiendo con la rotación de un cuerpo celeste invisible desde la tierra, una estrella venerada por los dogones que gira en torno al astro Sirio. En 1862 se confirmó la existencia de esta estrella y fue bautizada con el nombre de Sirio 2. ¿Cómo podían conocerla los dogones? No han tenido nunca telescopios, y se encuentra oculta a los ojos humanos, ahora sabemos que tiene un diámetro de 42,000 Kms, unas tres veces el diámetro de la tierra y una densidad de 1m3 de tierra=71,000 Tm. Es una enana blanca. Sirio 1 refleja 10,000 veces más la luz que Sirio 2, la única referencia que se tenía hasta entonces fue la de un astrónomo que en 1834 predijo que se encontraba otro cuerpo celeste rotando alrededor de Sirio porque influenciaba en la órbita de está. 
Habitualmente las máscaras de madera utilizadas en las fiestas, representan animales mitológicos, excepto para el Sigui, una fiesta para la que se construyen máscaras y disfraces únicos que después serán guardados para siempre en un lugar secreto. Estas máscaras son la memoria de los dogones, su archivo de sabiduría y vivencias, la historia contada a través del folclore de generación en generación hasta el fin de los tiempos.
Cabe preguntarse ¿Cómo pueden atesorar los dogones estos conocimientos científicos? ¿Quién les ha enseñado a dibujar en las máscaras del Sigui la constelación de Sirio y la Vía Láctea con tanta exactitud? ¿De dónde han sacado los conocimientos metafísicos que impregnan el mito Dogón? Para estas y muchas otras preguntas Ogotemmêli les conto la leyenda de su pueblo. En la actualidad conocido mundialmente con el nombre de "el mito Dogón".
Según la tradición del pueblo Dogon, hace cerca de cinco mil años llegó hasta la zona de la meseta de Youga Dogurou a plena luz del día una estrella muy brillante la estrella de la décima luna. Este objeto estaba cubierto por una luz muy rojiza que ellos relacionaron con la sangre. Luego de esta gran estrella salió una segunda que giraba sobre sí misma, tenía gran tamaño y emitía un ruido ensordecedor. Lo curioso es que al llegar a tierra, esta estrella ya no tenía forma circular, si no que parecía una pirámide de base cuadrada, y en cada una de sus caras se abría una escalera de seis peldaños. Su color cambiaba de rojo a blanco brillante. La gente, según narran los dogones, salió corriendo ya que el aterrizaje de esa cosa había generado mucho temor en ellos.                   
De la “nave” habrían bajado ocho seres a los que los dogones denominaron como Nommos que según cuenta la tradición poseían cuerpo de pez, que vivían dentro del agua y que cuando salían a tierra era como si levitasen ya que no tocaban el suelo, con tres dedos, sin orejas, de ojos grandes y rojos, con unas enormes arrugas en la zona del cuello y que parecían respirar por el pecho, además poseían 40 dientes muy afinados, lo que explicaría por que antiguamente los dogones se los afilaban. El contacto con estos seres que supuestamente eran sagrados, generó un acercamiento del pueblo Dogon, con una gran cantidad de conocimientos del universo, el cuál hasta nuestros días no puede ser explicado de manera racional. Según la creencia los Nommos habían bajado a la Tierra para evangelizar al pueblo, ayudándolos y enseñándoles técnicas para cultivar la sabana, para pescar, además de preparar cerveza y hacer más simple el brote de frutos de los árboles, a fundir metales y a fabricar distintas herramientas. Las naves presentaban en su parte inferior una especie de signo en forma de H con una línea vertical en medio, que los dogones imitan en algunas de sus máscaras, por otra parte muy parecida sino iguales a las narradas por testigos en avistamientos de OVNIS en la actualidad. Los Nommos les informaron que ellos provenían de la estrella Sirio que llamaban de “Sigi Tolo” que es el cuerpo más brillante del firmamento y según estos seres era la estrella de la fundación. Luego estaba otra estrella Sirio B que la denominaban como “po tolo” y le afirmaron que era un estrella pequeña pero de una masa muy pesada llamada “sagala” como hemos mencionado con anterioridad en el año 1.862, fue el astrónomo americano Alvan Clark el que logro ver en la estrella de Sirio, que no era sólo una, sino dos estrellas la segunda una enana blanca, ellos provenían de un planeta situado en la órbita de la tercera estrella que gira en torno a Sirio A (1) que los dogones conocen como “emme ya” que llamaríamos Sirio C (3) que sería cuatro veces más liviana que Sirio B, tendría un satélite girando a su alrededor al que llaman “nyan tolo”: la estrella de las mujeres. Su órbita es de 50 años, lo que coincide con la fiesta del “Sigui”, la que se celebra para recordar la llegada de los dioses de Sirio. Sirio C (3) fue descubierta por los astrónomos Diventy y Benest nada mas y nada menos que en  1995. (No descubierta aún en el tiempo en que Griaule escribió su cuaderno). También les dijeron que existen otros mundos habitados, en la tierra 3 viven los hombres con cuernos, en la tierra 4 nosotros, en la tierra 5 los hombres con cola, en la tierra 6 los hombres alados. Cuentan que les enseñaron a circuncidar, y la circuncisión para el pueblo es un sacrificio que se ofrece a la madre tierra. Todos estos conocimientos fueron enseñados a unos pocos, que se convirtieron en Hogon de Ende que es como un hechicero, que vive solo algo apartado del pueblo y asistido por una virgen, es el poseedor del conocimiento para  transmitirlo a la tribu. Relatan los Hogon que los Nommos seleccionaron a unos hombres y se los llevaron a su “nave” y allí estuvieron por tres meses, cuando volvieron eran muy diferentes y sabios y desde entonces solo el que ha visto a los Nommos puede ser Hogon. Sin embargo también informaciones presentan a los Nommos como asesinos, incluso se cree que fueron cientos los dogones que perecieron  por la maldad de esta raza que supuestamente cuando salían del agua podían transformarse como en hombres y era entonces cuando les perseguían y les extraían la sangre a través de una especie de lengua bífida que introducían en la nariz de los humanos hasta que les absorbían toda el plasma. Después de estos hechos, cuando los dogones veían las naves descender de los cielos, por cierto siempre bajaban con la lluvia, corrían todos apavorados a esconderse. No obstante es importante tener presente que la narración oral siempre se va tergiversando mediante el paso del tiempo. Tengamos presente que son relatos transmitidos por tradición verbal que ocurrieron hace alrededor de cinco mil años de antigüedad.

A pesar del aislamiento en el que vive este pueblo y la poca cultura que reciben de la civilización, la información que manejan de ciertos temas cósmicos es realmente increíble, teniendo en cuenta que los dominan desde hace muchos siglos, lo que sin duda ha puesto en jaque a la ciencia más ortodoxa, científicos y antropólogos de todo el mundo no se explican cómo esto es posible, solo cabe especular que un pueblo que se encuentra en la edad del hierro y tenga estos avanzadísimos conocimientos científicos en metafísica, astronomía y otras ciencias solo puede ser por la manifestación real de ciertos seres extraterrestres que en el pasado hayan contactado a estas tribus africanas. A día de hoy nadie es capaz de ofrecer una teoría que se muestre consistente.

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